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Estructuras de la vida humana

Estructuras de la vida humana

 
El hombre (varón o mujer) no es para Julián Marías una realidad primera, sino una realidad radicada. Esto quiere decir que es algo que encuentro en algo previo y radical: "mi vida". El hombre, como el mundo, se dan en mi vida.

El hombre es un conjunto de estructuras empíricas que estudia la antropología filosófica.
 
Buscando sentido, puedo interpretar o teorizar (contemplar) la realidad de mi vida. Lo que obtengo por análisis es un marco de posibilidades necesarias, un conjunto de requisitos, o sea, de condiciones sin las cuales mi vida sería imposible ("condiciones trascendentales" en el lenguaje kantiano, o sea, que hacen posible la realidad de mi vida), "ineluctables", las llama Javier San Martín, o sea, contra las que no puedo luchar: corporeidad, sensibilidad, mundanidad, temporalidad, futurición, creencias, ideas, sociabilidad, historicidad... y estructura empírica .
Según Marías, la máxima condensación de esta estructura analitica de la vida humana la ofrece Ortega en su célebre tesis de 1914: "yo soy yo y mi circunstancia". La dos condiciones de existencia del yo ejecutivo son pues la circunstancia, como marco, escenario o mundo; y el yo (ese "segundo yo" de la tesis categórica), como quién, proyecto, pretensión o programa vital.
Resumiendo. La E. analítica es el conjunto de requisitos que descubro por análisis de mi vida (que es algo previo) en el que todo lo demás se radica, pues "mi vida" es realidad radical.
¿Cúáles son estos requisitos previos y dados? Los repito.
Corporeidad, sensibilidad, mundaneidad, temporalidad, futurición (capacidad anticipadora y proyectiva), creencias (en que me hallo ya instalado), ideas, socialidad, historicidad... ¡y estructura empírica! La estructura empírica es un requisito o ingrediente de la estructura analítica.
No puedo ser sin cuerpo, de ahí que las condiciones analíticas de mi vida sean trascendentales (condiciones de posibilidad). Puedo decidir desarrollar mis biceps levantando pesas, o mi memoria, pero no puedo decidir existir sin cuerpo ni sin memoria... [¿no sería también la representabilidad, imaginación y memoria, condición trascendental de mi existencia?]
 
¿Qué es la estructura empírica de la vida humana? Julián Marías pone un ejemplo: Cervantes, si leemos su biografía en una enciclopedia, se dice que quedó manco en Lepanto, que tuvo relaciones con una mujer, que de viejo escribió el Persiles, dando por supuesto: 1) que tenía dos brazos, 2) que era varón varonil, 3) que envejecía activo... no son requisitos tan amplios como la temporalidad, la sexualidad o la corporalidad, pero tampoco son contenidos azarosos o casuales, funcionan como supuestos de cada vida concreta y son previos a la singularización o concreción individual. Podríamos decir que son propiedades particulares de esta biografía, o de ésta, o de ésta, o sea, que son realidades circunstanciales que existen disyuntivamente (o...o...o): la vida humana es ésta, o ésta, o ésta. Y tiene que ser una de ellas.
Marías compara los elementos de la Estructura empírica con el aristotélico Ídion (de donde viene el término español "idio-sincrasia") o con el proprium de los latinos, o sea con la propiedad, como característica que tienen todos los individuos de una especie y sólo ellos, característica necesaria aunque no esencial (como la capacidad de reír o el bipedismo en el hombre). Admitiendo su proximidad, rechaza la idea porque ídion se refiere a propiedades de cosas, y aquí no se trata de una cosa sino de vida humana que no es cosa alguna sino una realidad dramática que es, al mismo tiempo, el área o ámbito en que se dan las cosas. Además, frente al carácter de "nota" que tiene el proprium, hablamos de una estructura, de un orden complejo...
La estructura empírica no es un requisito, pero pertenece de hecho a las vidas humanas en las cuales empíricamente la descubro y de una manera estable, aunque no necesariamente permanente. Le pertenece un cierto apriorismo, no respecto a las vidas posibles, sino respecto a las vidas reales. La vida humana es "así", aunque pudiera en principio no serlo. Este "así" tiene un carácter estructural y configurador.
La E. empírica es el campo de posible variación humana en la historia. La estructura analítica se articula de hecho en formas estables y duraderas, pero en principio variables, en las cuales se realiza.
Pongamos varios ejemplos: la temporalidad es un requisito analítico, pero la longevidad, o mejor, la esperanza de vida es un compomente estructural empírico. No es lo mismo vivir con una esperanza de vida de 40 años que con una esperanza de vida de 75 u 80, como sucede en la actualidad en muchos países. Los cambios estructurales de longevidad que están produciéndose en las sociedades avanzadas introducen variaciones insólitas en la totalidad de la vida humana.
¡No digamos en la corporeidad! con la posibilidad efectiva y empírica de introducir mecanismos cibernéticos en el interior de órganos, estirar la piel, curar la miopía...
Otro ejemplo: el requisito de circunstancialidad mundana. Cuando el hombre puso el pie en la Luna, la estructura empírica del mundo cambió para los hombres. El "mundo" ya no podría ser más lo que había sido, puesto que el "allí" de la Luna, pasó a ser un "aquí".
Marías concluye que entiende por Antropología la ciencia de la estructura empírica (antropología filosófica), mientras que la teoría de la vida humana como realidad radical sería la Metafísica.
 
Fuente
Julián Marías. Antropología Metafísica. Capítulo X. Alianza, 1970, 1998, Madrid. Nota bene: Ilustro la entrada con la misma estampa de Durero que sirve de portada al libro de Marías

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