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SIGNAMENTO

Pintura

IL TRAMONTO

IL TRAMONTO

HIPNOTIZADA POR EL ÁRBOL, EN UN PASTEL DE PURA BELLEZA

Sobre un cuadro de Giorgione (Zorzo). "Tramonto y san Roque" (1505-1508)

"Un intenso sentimiento físico de ansiedad habíase apoderado de ella mientras contemplaba el retrato de san Antonio y san Jorge pintado por Giorgione. Había un árbol en segundo término al que ella nunca había prestado la debida atención. Lo había visto, desde luego, ya que este cuadro ella lo contemplaba a menudo, pero nunca había sentido su significancia, aunque no habría sabido decir qué era esa significancia. Allí estaba, en medio de la claridad, en medio de la brillante obscuridad, en medio de una atmósfera límpida, densa y amarilla, en medio de ningún sitio con unas lejanas nubes deslizándose tras él, ligando a ambos santos y al propio tiempo separándolos y existiendo por sí mismo sin tener nada que ver con ellos, un árbol ridículamente frágil, poético, vibrante, inmóvil que era también un árbol especial y particular en un atardecer especial y particular cuando los dos santos (qué raro) estaban ocupados en sus respectivas faenas (ignorándose mutuamente) en una especie de claro sombrío y a la par brillante (¿qué demontre, sin embargo, sucedía en primer término?) junto a un exquisito y reluciente estanque del cual emergían con cautela dos pequeños y domesticados demonios en provecho de san Antonio, mientras tras ellos san Jorge, con un yelmo como una perla, atropellaba a un dragoncillo igualmente domesticado e inofensivo".

Iris Murdoch. The sacred and profane love machine, Londres 1974.

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La escritora irlandesa olvida la figura de san Roque y su ayudante, Gotardo de Hildesheim que, a sus pies, le cura las yagas. La presencia de san Roque, protector de la peste, ha lllevado a pensar que la intención del cuadro fue agradecer el fin de la epidemia de 1504 en Venecia.

En el borde derecho aparece san Antonio Abad en una caverna. Tanto este como san Jorge son símbolos de la victoria sobre el mal. Como en La tempestad, los dos grupos de personajes están separados por un torrente. Otros seres extraños, un pájaro con el pico abierto y un animal semisumergido recuerdan al Bosco. Pero el protagonista del cuadro, a parte del árbol que fascinó a Iris Murdoch en la Galería Nacional de Londres, es el paisaje y su impacto cromático de luz cálida y dorada.

BESARÁS SU FRENTE

BESARÁS SU FRENTE

El templo en reconstrucción, "abierto por obras", de la Fundación de la Iglesia San Lorenzo en Úbeda ha acogido durante el mes de abril hasta el mes de mayo (2022), en colaboración con la Fundación Antonio Gala, la exposición "Y besarás la frente de tu tiempo" de la joven y reconocida artista cordobesa Virginia Bersabé.

La mujer mayor es el tema de estas obras de gran formato, colores vivos y fondos neutros. Virginia desarrolla desde 2011 ’Perdidas en un cortijo andaluz’, un proyecto de intervención pictórica sobre muros de cortijos abandonados de Andalucía en el que une su investigación sobre la memoria y las mujeres con la arquitectura abandonada y la historia del campo andaluz.

Pienso que el arte es plurifuncional. No se puede decir que los retratos de Virginia sean bellos, ni que traten de lo bello, pero sí que llaman la atención sobre el tiempo, sus estragos y sus tesoros. Esas carnes trémulas siguen siendo expresión del espíritu. Es difícil que esta muestra te deje indiferente. Da qué pensar.

DONCEL DE REMEDIOS

DONCEL DE REMEDIOS

Inventa J. J. Arreola un san Jorge con hábitos de vampiro que acude en auxilio de la doncella inexperta a punto de caer motu proprio en las fauces de un tipo con facha de dragón, lengua florida y chaleco de fantasía.

No se alarme. Respire. El doncel de Arreola arrastra a la bella indecisa lejos de los encantos del dragón, hay que suponer que atrayéndola por gracias y propias y flecos angelicales, entre las cuales se halla un espejo en el bajo vientre en el que la princesa podrá mirarse apropiadamente, siempre que quiera.

Así que el doncel de Arreola la protege en el amplio y aristocrático nido de murciélagos donde, sin más escrúpulo que el de no consumirla, satisface sus apetitos sobrenaturales sorbiendo los rojos fluidos de la joven, salvo los días de ayuno y abstinencia.

Y dice Arreola que cuentan las malas lenguas que el hijodalgo que chupa la sangre de la doncella (falena que escapó por los pelos de abrasarse en el fanal de la noche cavernosa) se escapó de un cuadro de Remedios Varo (1908-1963), imprescindible pintora surreal.

Y yo creo que es cierto. Es este el Doncel de Remedios.

(Ilustración, Personaje 1961, Remedios Varo)