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SIGNAMENTO

Pintura

MEMORIA DE SANGRE DERRAMADA

MEMORIA DE SANGRE DERRAMADA

José Rodríguez Expósito es doctor en Bellas Artes por la universidad de Sevilla. Ha ejercido como profesor y catedrático en distintos institutos de la provincia de Jaén. Además de su obra plástica, escribe excelentes poemas y canciones que ha publicado bajo el título Primeros hálitos de la tierra #mce_temp_url#. También en Amazon, puede encontrarse su trabajo sobre La expresión fantástica de las gárgolas de la Casa de las Torres de Úbeda#mce_temp_url#.

En 1995, se publicó El libro de los cien lapos#mce_temp_url#, en edición numerada de mil ejemplares. Cada uno de estos "lapos" (sátiras, fábulas y crónicas de sociedad) fue ilustrado con un dibujo de José Rodríguez. Uno de aquellos bosquejos refería a  los crímenes racistas de ETA y del nacionalismo cómplice, cuando el texto ironizaba sobre las fantasías y prejuicios del fanatismo canalla, aquellas extorsiones y violencias asesinas que mandaron al exilio a un montón de buenos vascos inhábiles para comulgar con ruedas de molino y, a la tumba, a muchos servidores españoles del orden, condenando a sus familias a un dolor eterno, tal bosquejo ha servido como base del cuadro posterior que adorna la cabecera de este artículo.
El artista, José Rodríguez, nos ha explicado sus motivos y elementos, tal descripción enriquece su sentido y valor estético. Copio a continuación las palabras del maestro: 
No está bien normalizar el legado de una memoria nefanda e ignominiosa de la violencia y del terror. La sangre derramada sí es para recordarla siempre.
Aparecen al fondo los montes vascos, como Aitzgorri. La perspectiva se rompe en parte, por el tamaño del corte sagital del cráneo y el tamaño de los habitantes, que la habitan e incluso hacen una vida normal dentro y fuera de ella. También la sombra chorrea, pero ya no como proyección de la sombra, sino independientemente. Hay quien escala el cráneo deportivamente, y hay un abuelo con su nieto en brazos que le da la espalda. En lo alto de la cima del cráneo (zona parietal), hay una inquietante semilla de nuez que muestra una tímida planta de nogal y alguien que la mira tranquilamente recostado en su asiento.
 
El PNV siempre ha sido condescendiente con la banda ETA. Como una simbiosis, el uno ha necesitado de la otra por una especie de toma y daca de servicios históricos y políticos por la independencia y el trato favorable. Como el pájaro desparasitador que le limpia la boca al hipopótamo o al cocodrilo y por eso éstos no cierran la boca. Los necesitan. Decía Arzallus: "alguien tiene que mover el nogal para que otros recojan las nueces.... Así justificaban el terror de ETA. "Son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta", decían.

En el fondo, la semilla de la nuez de nogal está presente en el cuadro... En el fondo de una corteza cerebral de un cráneo, que perteneció a un ser humano asesinado, o a un guardia civil, o a un hijo o hija de guardia civil.

Hace poco, Marlaska sacó a un etarra convicto con 25 asesinados en su haber. Ya está en la calle, como un héroe, sin arrepentimiento alguno.

IL TRAMONTO

IL TRAMONTO

HIPNOTIZADA POR EL ÁRBOL, EN UN PASTEL DE PURA BELLEZA

Sobre un cuadro de Giorgione (Zorzo). "Tramonto y san Roque" (1505-1508)

"Un intenso sentimiento físico de ansiedad habíase apoderado de ella mientras contemplaba el retrato de san Antonio y san Jorge pintado por Giorgione. Había un árbol en segundo término al que ella nunca había prestado la debida atención. Lo había visto, desde luego, ya que este cuadro ella lo contemplaba a menudo, pero nunca había sentido su significancia, aunque no habría sabido decir qué era esa significancia. Allí estaba, en medio de la claridad, en medio de la brillante obscuridad, en medio de una atmósfera límpida, densa y amarilla, en medio de ningún sitio con unas lejanas nubes deslizándose tras él, ligando a ambos santos y al propio tiempo separándolos y existiendo por sí mismo sin tener nada que ver con ellos, un árbol ridículamente frágil, poético, vibrante, inmóvil que era también un árbol especial y particular en un atardecer especial y particular cuando los dos santos (qué raro) estaban ocupados en sus respectivas faenas (ignorándose mutuamente) en una especie de claro sombrío y a la par brillante (¿qué demontre, sin embargo, sucedía en primer término?) junto a un exquisito y reluciente estanque del cual emergían con cautela dos pequeños y domesticados demonios en provecho de san Antonio, mientras tras ellos san Jorge, con un yelmo como una perla, atropellaba a un dragoncillo igualmente domesticado e inofensivo".

Iris Murdoch. The sacred and profane love machine, Londres 1974.

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La escritora irlandesa olvida la figura de san Roque y su ayudante, Gotardo de Hildesheim que, a sus pies, le cura las yagas. La presencia de san Roque, protector de la peste, ha lllevado a pensar que la intención del cuadro fue agradecer el fin de la epidemia de 1504 en Venecia.

En el borde derecho aparece san Antonio Abad en una caverna. Tanto este como san Jorge son símbolos de la victoria sobre el mal. Como en La tempestad, los dos grupos de personajes están separados por un torrente. Otros seres extraños, un pájaro con el pico abierto y un animal semisumergido recuerdan al Bosco. Pero el protagonista del cuadro, a parte del árbol que fascinó a Iris Murdoch en la Galería Nacional de Londres, es el paisaje y su impacto cromático de luz cálida y dorada.

BESARÁS SU FRENTE

BESARÁS SU FRENTE

El templo en reconstrucción, "abierto por obras", de la Fundación de la Iglesia San Lorenzo en Úbeda ha acogido durante el mes de abril hasta el mes de mayo (2022), en colaboración con la Fundación Antonio Gala, la exposición "Y besarás la frente de tu tiempo" de la joven y reconocida artista cordobesa Virginia Bersabé.

La mujer mayor es el tema de estas obras de gran formato, colores vivos y fondos neutros. Virginia desarrolla desde 2011 ’Perdidas en un cortijo andaluz’, un proyecto de intervención pictórica sobre muros de cortijos abandonados de Andalucía en el que une su investigación sobre la memoria y las mujeres con la arquitectura abandonada y la historia del campo andaluz.

Pienso que el arte es plurifuncional. No se puede decir que los retratos de Virginia sean bellos, ni que traten de lo bello, pero sí que llaman la atención sobre el tiempo, sus estragos y sus tesoros. Esas carnes trémulas siguen siendo expresión del espíritu. Es difícil que esta muestra te deje indiferente. Da qué pensar.

DONCEL DE REMEDIOS

DONCEL DE REMEDIOS

Inventa J. J. Arreola un san Jorge con hábitos de vampiro que acude en auxilio de la doncella inexperta a punto de caer motu proprio en las fauces de un tipo con facha de dragón, lengua florida y chaleco de fantasía.

No se alarme. Respire. El doncel de Arreola arrastra a la bella indecisa lejos de los encantos del dragón, hay que suponer que atrayéndola por gracias y propias y flecos angelicales, entre las cuales se halla un espejo en el bajo vientre en el que la princesa podrá mirarse apropiadamente, siempre que quiera.

Así que el doncel de Arreola la protege en el amplio y aristocrático nido de murciélagos donde, sin más escrúpulo que el de no consumirla, satisface sus apetitos sobrenaturales sorbiendo los rojos fluidos de la joven, salvo los días de ayuno y abstinencia.

Y dice Arreola que cuentan las malas lenguas que el hijodalgo que chupa la sangre de la doncella (falena que escapó por los pelos de abrasarse en el fanal de la noche cavernosa) se escapó de un cuadro de Remedios Varo (1908-1963), imprescindible pintora surreal.

Y yo creo que es cierto. Es este el Doncel de Remedios.

(Ilustración, Personaje 1961, Remedios Varo)