Miscelánea y declinaje
Antes del 2002 me sumé a una lista de libros en la que también concursaba mi teleamigo Carlos Salinas, garantía de finura, de educada distancia y de seriedad irónica. Carlos et moi somos bibliófilos o conservadores de libros, como aquellos personajes de la novela Farenheit ? (?= siempre me he resistido a saber con exactitud la temperatura a la que arde el papel)... el papel como los bosques, se acaban, como seguramente la cultura del libro.
Has de saber, amigo, que el hecho de ser un bibliófilo no me parece ya ninguna ventaja, ni siquiera me ha parecido nunca una excelencia o virtud. Es más bien una manía, bastante insana, por cierto, propensa a causar fístulas sacrocosígeas y atrofias musculares, y puede que costosa también, particularmente si uno se aficiona a los libros antiguos o a las primeras ediciones. A mi juicio, el libro ha estado demasiado sacralizado, al menos en nuestra cultura. Hay una beatería del libro, como también una beatería del cuadro... ¿"Libros sagrados"? En principio fue el Logos o el Verbum... esa frase del Evangelio de Juan no significa otra cosa sino que en principio fue la Acción (y cito a Goethe, ¡cuánta pedantería libresca!).
Pues bien, decía entonces, en 2002, para la lista de libros-leídos:
"Últimamente me disperso demasiado, pero he vuelto desde el monitor a lo que Borges llamaba "el ámbito ordenado de los libros", con renovadas energías... Seguramente es posible darse a conocer por medio de las lecturas. Tal vez uno pueda conocerse mejor a sí mismo reflexionando sobre el porqué lee lo que lee. Uno es también -o sobre todo- lo que busca. Aspiraré así a conocerme mejor a mí mismo, aprovechando esta presentación para describir los libros que andan [¿los libros andan?, más bien reposan como el arpa de Bécquer, esperando un oído, como interlocutores pacientes], abiertos como frutos maduros, frutos secos de invierno -mejor que como flores-, por mi biblioteca y mesita de noche":
Biblioteca:
- Volúmenes 3 y 4 de las Obras Completas de Ortega (mi mujer me las viene regalando por navidad, tomo a tomo, año a año). He trabajado el escrito de Ortega sobre Kant y un apéndice a El tema de nuestro tiempo.
- Breton: Nadja. No puedo terminar esta traducción de Cátedra... lleva en el estante un montón de meses. Tampoco me atrevo a restituirla a su sitio. ¡Me faltan veinte páginas! Dejé inconclusa también la revisión de la traducción de L’amour fou; me desanimó que la publicase otra en Alianza. Quería que mi traducción ("nuestra", más bien pues me ayudó el catedrático Luis Diosdado) fuese la primera en castellano. De todos modos tengo que decidirme a concluirla y, tal vez, la publicará la UNED con mis comentarios críticos, algún día. Si me decido a terminar su revisión.
- Jaspers. Filosofía de la existencia. He releído algunas páginas sobre Realidad. Estoy trabajando en un informe sobre los trascendentales. Casi estoy obsesionado con él. Complementa el que le mandé a Carlos sobre las categorías.
- Jaspers. Origen y meta de la historia. Proyecto para los próximos días: una síntesis de la crítica a la técnica que hace Jaspers en esta obra. Tal vez la trabaje con mis alumnos.
- Fundamentos de Contabilidad. Ángel Muñoz Merchante. Se trata de utilizar este manual para interpretar el balance de la cooperativa oleícola de la que soy tesorero.
- María Zambrano. Claros del bosque. Mi correspondencia con Lourdes Rensoli, muy zambraniana ella, ha hecho que relea algunas hermosas -y demasiado crípticas y conceptistas- páginas de esta obra. Definitivamente he demorado la primitiva intención de escribir sobre ella.
- El sueño consumista. Un informe didáctico de la Junta de Andalucía, para formar la conciencia crítica, sobre tópicos "apocalípticos"...
- Leibniz. Discurso sobre la teología natural de los chinos. Trad. e introducción de Lourdes Rensoli. La introducción me está pareciendo muy interesante, correctísima, aunque tal vez demasiado erudita, si es que puede haber un colmo de la erudición.
- Gustavo Bueno. Televisión. Apariencia y Verdad. Está virgen. Gustavo es demasiado escolástico (escolástico inverso o converso). - Cerca de la Matemática. Un manual de Alhambra, logicista, que estoy trabajando para intentar comprender ciertos pasajes sobre Cantor del reciente libro de...
- Jesús Mosterín. Los lógicos. Ahora estoy a vueltas con Gödel.
- Antonio Pasquali. Comprender la comunicación. Me ha sorprendido la fuerza teórica de este venezolano. Encontré alguna entrevista suya en Internet. De este libro me han interado sobre todo las adaptaciones al estudio de la comunicación que hace de las categorías kantianas de relación (subsistencia, causalidad, comunidad).
- Kant. Crítica de la razón pura. Al cabo de los años he tenido que reconocer que es preferible esta edición de Ribas (Alfaguara) a la de mi paisano Manuel García Morente (Porrúa). Ha formado parte de las referencias para el informe sobre los trascendentales. ¡Kant es un gigante de la reflexión!
Mesita de noche:
- Ciencia Ficción. Cuarta selección. Bruguera. Un viejo libro propiedad de una persona ya fallecida. Me lo ha prestado la hija del finado; su padre, farmacéutico, era, como yo, muy aficionado a este género de épica fantástica.
- Gene Wolfe: la quinta cabeza de Cerbero. Curiosa novela futurista con toques surrealistas y poéticos. Hecha como de tres piezas. Creo que no pasaré de la segunda.
Michael Perelman. El fin de la economía. Muy interesante y, a mi juicio, acertada, su tesis de que la matemática juega en la economía como una retórica academicista, siendo bastante inútil -al menos en sus formas más sofisticadas- en la práctica empresarial, simplemente, porque nuestras decisiones en general no son racionales. Hay también aquí una fuerte
técnica de la creencia básica de la ciencia económica clásica: la excelencia del mercado libre y de la libre competencia (que no sé por qué se traduce por "competición"). El mercado dejado a su irracionalidad es simplemente ruinoso para la dignidad de las personas y la riqueza de las naciones.
Nota: La comedia humana, la obra completa de Balzac fue publicada por la Editora Lorenzana, Barcelona, 1969. Yo tengo el tomo VI porque me lo apropié de la biblioteca de mi tío Fernando (Rip), bajo el principio de que "los libros son para quien los lee". No por casualidad, tal volumen contiene "El tío Goriot".
Declinatio: Ahora -como el arpa de Bécquer-, sólo reposan dos libros en el atril de la biblioteca, y uno en la mesita de noche. Me cuesta concentrarme, y me he vuelto un lector más lento de lo que siempre fui.
Saludos
José Biedma
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