ABEJAS DE CRISTAL
Gläserne Bienen es el título original de la novela de Ernst Jünger publicada en 1957 y traducida en *Abejas de cristal* por Ana María de la Fuente para la colección "La botella errante" de Plaza & Janés (1963).
La portada de la primera edición que he devorado en un par de días es fea, pero el relato, tan curioso y original como inquietante. Un alegato contra la técnica que ha sustituido el caballo (o el centauro que formaba con su noble caballero), por el maldito tanque y otras máquinas de guerra; y el campo hermoso, por la megalópolis enloquecida de alarmas y sirenas; la casa venerada, por el bloque de grilleras impersonales.
El lector no sólo hallará en el cuento de Jünger un entretenimiento ameno, sino también agudezas sobre la curiosidad humana, la creatividad, el valor, el poder, la violencia, los mass media, su halago, y sobre la equivocidad de la verdad..., ideas que le darán que pensar. También un profunda intuición sobre el extraño vínculo de la tecnociencia con la magia.
Si tuviera que escoger una de las sentencias de Jünger como lema de fondo de su creación, sería esta: la perfección técnica no es lo mismo que la perfección humana. Al final, la sonrisa de Teresa, la pareja amable y fuera de escena del protagonista (luchador vencido), vale más que cualquier autómata, como ’un rayo de verdad’.
Un oficial de caballería retirado, sin duda alterego biográfico del bravo soldado Jünger, derrotista y sin blanca, busca trabajo en la factoría robótica de un magnate, señor de los prodigios y capaz de contratar por magníficos sueldos y liberales condiciones a los mejores ingenieros e inventores.
Sorprende lo mucho que tiene está novela nostálgica de profecía, de cómo palabras como "virtud" y "honor" han perdido su significado y de cómo la guerra contemporánea carece de gracia y de gloria para decaer en mera masacre.
0 comentarios