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SIGNAMENTO

ALEGRE Y SOMBRÍO

ALEGRE Y SOMBRÍO

Shostakovich, indiscutible genio de la música universal, compuso catorce cuartetos para cuerda, casi todos en su madurez creadora. Al número 1 lo subtituló Tiempo de primavera y es un divertimento relajado e irónico, danzarín y alegre. 

Sin embargo el número 3 (1943) guarda relación con su Novena sinfonía (como el primero con la Quinta) y es obra obscura, dramática, expresiva y sombría, como los restos de un gran incendio -y puede que los de estos días que asolan España sean precisamente los que me hayan llevado a su reaudición instintiva, a sublimar estéticamente el dolor, para conjurarlo... La perfección sincrónica y diacrónica de su música, la de este cuarteto en Fa mayor, nos lleva desde una marcha grotesca a una delicada cadencia final.

Me pregunto cómo hubiera sido la música de este originalísimo ruso sin las constricciones que le impuso el estalinismo, si hubiera sido más innovadora aún, y me pregunto también si la censura no será, en algunos casos, un factor que acentúa la complejidad, la melancolía y la belleza de las obras que ensayan burlarla.

Hace poco descubrí que el famoso vals de Shostakovich que usó Kubrick en su excéntrica última película (Eyes Wide Shut, 1999) fue inspirado por una canción anónima, un vals popular que cantaban las tropas de la guerra incivil española: "Una mañana de mayo"..., cogí mi caballo y me fui a pasear / tuve que cruzar la ría de Villagarcía / que es puesto de mar... / Yo te daré, te daré niña hermosa / te daré una cosa / una cosa que yo solo sé... ¡café!. 

Por lo visto este "café" era sigla falangista en clave. Paradójicamente la canción debió llevarla a Rusia un brigadista. ¡Contradicciones de la vida! O, lo que los surrealistas llamaron "azares significativos". La partitura de esta copla anónima, "Una mañana de mayo" la interpreto con gusto al acordeón desde hace muchísimos años, ahora como más gusto todavía.

PAT METHENY

PAT METHENY

Patrick Bruce Metheny nació en Lee's Summit, Misuri, en una familia de músicos. A los ocho tocaba la trompeta, pero se pasó a la guitarra con 12 años. Con formación académica, ha sido también profesor de la prestigiosa Berklee College of Music donde dio clase a Al Di Meola. Ha dado lecciones por todo el mundo. 

Innovador, edita su primer álbum instrumental con el genial Jaco Pastorius. Ha tocado con los grandes genios del jazz, pero no desdeña otros estilos ni los instrumentos electrónicos, interpretando con Carlos Santana y con Enrique Morente. Durante veinte años ha formado tandem fértil y duradero con el teclista Lyle Mays. A pesar de la evolución y variedad de su música, se percibe una constante melódica, methinesca.

Han recibido él y su grupo numerosas distinciones y premios. En 2014, el Goya por la música de la película Vivir es fácil con los ojos cerrados. The Way up fue premiado en 2006 con un Grammy por ser considerado el mejor álbum de jazz contemporáneo.

Letter from home, cuya carátula adorna esta entrada, fue producido por Pat Metheny en 1989. Buen vinilo para bajar la tensión. Música líquida para tiempos líquidos y escasos de agua limpia. La voz (Spanish lyrics) la pone Pedro Aznar, por ejemplo en "Dream of the Return", marcha alegre y pegadiza. Combina bien su audición con el estridular estival de cigarras, "aquellos filósofos reencarnados", que la Reforma convirtió en modelos de pereza.

Cuando parece que el flujo de música intimista, meditativa, decae, la musa de Metheny abre de nuevo sus alas para que no caigas en la modorra absoluta. Los acelerones, a veces trepidantes, te dejarán feliz y tranquilo en casa.

SUPERTRAMP

SUPERTRAMP

Rock progresivo se llamó a los ritmos y sonidos que armonizaba el grupo sin demasiado éxito hasta que los fundieron con la melodía pop. Esta banda británica nación en 1969 bajo el liderazgo de Rick Davies (voz, teclado y armónica).

En los años setenta y ochenta vendieron más de setenta millones de discos. Crisis? What crisis? fue uno de los trabajos que labraron su excelente reputación como grupo para escuchar en directo, aunque no el preferido por el grupo. A mí me encantó la irónica carátula. Luego he traducido la pegadiza y dulzona "Easy Does It" con que se abre el LP.

El cometa de la banda se eclipsó durante una década (del ochenta y ocho al noventa y ocho), pero en 2015 celebró el 40º aniversario con la gira Supertramp Forever Tour.

 

HACIÉNDOLO FÁCIL

Y si mi corazón tuviese alas

yo sería el pájaro cantor,

volaría donde se atreve Amor

y todo el mundo lo reclama.

Y si tuviéramos tiempo,

¡tan difícil de ganar!,

podría creer lo que dices.

Comienza a iluminar esas sombras

y si sabes quien eres

eres tu propia superestrella

y sólo tú puedes dar forma a tu película

por eso cuando las luces desaparezcan

y sólo el silencio aparezca

mírate, hazlo fácil, fácil mientras despiertas*

y si sabes quien eres,

eres tu propia superestrella

y sólo tú puedes dar forma a la música que haces

así que cuando la multitud desaparezca

y sólo quede el silencio

cuídate, hazlo fácil, hazlo fácil, fácil

mientras te despiertas*.

 

* En la Red he encontrado versiones de esta canción con numerosas erratas y la variante "wait" por "wake": esperas por despiertas.

BOCCHERINI & CAMBINI

BOCCHERINI & CAMBINI

Volver a oír un vinilo después de diez años y recordar el hilo completo de su música, silbar su melodía, no es un placer tan intenso como el que nos proporcionó su descubrimiento, pero complace, entretiene, ¡mola!

Reconozco mi afición a la forma cuarteto. Creo que, como la acuarela es la pintura del pintor, pues exige reservar la luz, el cuarteto de cámara ha de ser la forma preferida de los músicos creativos, ese diálogo a cuatro voces, que también preserva el silencio. Con él concluyó el Glorioso Sordo la entrega de sus misterios órficos. También he penetrado, muy esporádicamente, en los bosques sombríos de Bartok, en noches de insomnio y tardes perdidas, para fantasear con monstruos y figuras de otros mundos.

En el allegro molto del cuarteto en fa mayor Op. 64 nº1 de Luigi Boccherini un sátiro persigue a una ninfa. Sin éxito, a juzgar por la melancolía que le queda al pobre fauno en el adagio non tanto.

Todo el mundo sabe que el italiano fijó su residencia en Madrid (1769), protegido por el infante don Luis. Cayó en desgracia con el futuro Carlos VI y residirá en Alemania por un tiempo antes de volver a Madrid en 1797. El último cuarteto de la cara B de este disco lo dejó el maestro incompleto, lo que nos legó (Op. 64 nº 2.) está impregnado de españolismo.

Giovanni-Giuseppe Cambini (1746-1825) también abandonó su patria para establecerse en París. A pesar de la gloria de su obra, murió pobre en un hospicio. Sus cuartetos rebosan sentimientos amables y piruetas galantes. No como ahora. Caudal clásico, sus cuartetos en re mayor, el segundo con espíritu de suite.

BEN WEBSTER

BEN WEBSTER

Mi amigo Arsenio (que en paz descanse), llamaba a esta música "de picadero", queriendo decir -eso creo aplicando el principio pragmáitico de caridad- que es adecuada para desatar la sensualidad que acaba en besos y caricias y -como decía mi suegra (que en paz descanse también)- "después del beso viene eso". No tengo yo muy claro si en "eso" es hembra o macho el "picador", o machihembrado. Si la metáfora es taurina, está claro que "el picado" luce huevos.

Ya en serio... Se considera a Coleman Hawking inventor del saxo tenor. Ben Webster siguió sus pasos dándole a su instrumento una expresividad muy personal. Su timbre resulta inconfundible. Lo ajustó a fines de los años treinta alejándose del estruendo habitual en Kansas City, su ciudad natal.

En 1940 ingresó en la orquesta de Duke Ellington en donde pulió definitivamente su estilo: improvisador descarnado y emocional, casi ronco, en los tiempos rápidos; tierno, sutil y persuasivo en los lentos. La sensualidad de sus baladas es inimitable y Ellington explotó esa vena intimista dejándole sus solos de sabor "mood".

Tras su experiencia a las órdenes del Duke, Webster empezó a tocar en pequeñas formaciones y en los años cincuenta entró en la troupe Jazz at The Philarmonic de Norman Granz, en la que permaneció una década. De ahí procede el material de las Ballads, de este disco que he disfrutado más de cien veces, en el que el inconfundible sonido de su saxo es contestado y arropado por una orquesta de cuerdas. Sus piezas son de distintos autores, entre ellos Gershwin y Ellington, arreglados por Ralph Burns y grabados en 1955.

Ben Webster conservó su sonido seguro y pleno, e intactas sus condiciones hasta el momento de su muerte en 1973.

JOAQUÍN TURINA

JOAQUÍN TURINA

Ciento veinte composiciones debemos a este sevillano que supo elevar los sones populares de su tierra y sublimarlos con inspiración universal y cosmopolita. Su música estuvo "a la altura de su tiempo" (elogio orteguiano), a la altura de la música de Grieg, de Dvorak, de Bizet o de Elgar. 

Su lenguaje, no obstante, es personal, distinguido. JOAQUÍN TURINA (1882-1949) estudió en Sevilla y luego cultivó el piano en Madrid con José Tragó. Como su amigo Falla, marchó a París en 1905, donde vivirá casi nueve años. Allí perfecciona su virtuosismo y estudia composición con Vincent d’Indy, conoce a Albéniz y a los artistas franceses más destacados: Debussy, Ravel, etc.

Se encarrila hacia el "romanticismo nacionalista". Con la primera guerra mundial se establece en Madrid. En la distancia, parece dedicar nostálgico su obra a la Sevilla natal: "Sinfonía sevillana", "Rincones sevillanos", "Danzas fantásticas", la "Procesión del Rocío" y, en recuerdo de su residencia de verano: "Rincones de Sanlúcar" o "El poema de una sanluqueña", fantasía para violín y piano con que concluye el disco cuya carátula adorna esta entrada.

Prepondera en su música la vena lírica, a veces muy instrospectiva, colorista, cristalina, refrescante, como una fuente en pleno y luminoso estío. Se ha escrito que Turina introduce en la base del sinfonismo germánico las raíces del folclore andaluz. Su expresividad aparece envuelta en una atmósfera cálida, sentimental, dionisíaca.

Además de compositor e intérprete fue también director orquestal, crítico y publicista. Contribuyó a la musicología con su Enciclopedia Abreviada de la Música (1917) en un país en que la cultura musical brillaba por su ausencia, esta obfra se convirtió en guía imprescindible para creadores más jóvenes.

SPYRO GYRA

SPYRO GYRA

"Spyro Gyra" es el nombre de un alga. Hay algas que alimentan. La música de Spyro Gyra, también. El grupo estadounidense se formó a mitad de los años 70 y se acredita internacionalmente con 25 álbumes, diez millones de copias y algunos premios de prestigio.

Fusión de diversos estilos y Smooth jazz creativo. Su líder, Jay Beckenstein; incondicional, el teclista Tom Schuman y muy constante durante una década su guitarrista Julio Fernández.

Alegría, vitalidad, energía electrónica que galopa con el viento y bucea en los bajos profundos y acuáticos. No desdeña alguna queja, algún titubeo, ni el lirismo caramelo ni la pegadiza melodía, pero enseguida vuelve a remontar su vuelo celeste, hasta que, tras la distracción del juego, aterriza como dios manda.

El individualismo del solo no se ralla con la banda ni molesta al coro, sino que armoniza de fábula con él. Una música que estimula e incita a la danza.

Alternating Currênts se editó en 1985.

JOCS PRIVATS

JOCS PRIVATS

Hay filósofos que niegan la existencia misma de una "vida privada". Desde luego, la distinción entre privado y público es cada vez más borrosa. Los "Juegos privados" de Max Suñe tuvieron y tienen existencia pública. Aunque son menos conocidos de lo que merecen.

El señalado guitarrista y compositor Joaquín Sunyer LLop nació en La Pobla de Massaluca, Terra Alta, Cataluña, en 1947. Autodidacta de la guitarra eléctrica, estudió la clásica con Gracià Tarragó y se introdujo en las salas, salones y festivales como compositor e intérprete de jazz. 

En 1974 formó parte del grupo Iceberg, un cuarteto que buscó una fusión autóctona, original; se disolvió después de grabar cinco LPs. En 1982 crea el cuarteto Pegasus, que actuó en el prestigioso Festival de Jazz de Montreux (1984) y en el Carnegie Hall de Nueva York (1985).

En 1989, el trío Max Sunyer, con Carles Benavent (bajo) y Salvador Niebla (batería) actúa en el Festival de Jazz de Vitoria. Desde 1999 con el quinteto Guitarras mestizas graba dos CDs dobles.

Jocs Privats es obra de 1980. Son sus temas: 1. Recuerdo de Ibiza, 2. Natural blues, 3. El jazmín y la rosa, 4. Menta y canela, 5. Apuntes líricos, 6. Portrait, 7. Llantos (Debora la Mar).

"El gessamí i la rosa" (3) lo firma laClúa y "Plors" (7) J. Mas. El resto, J. Suñé.

Max Suñé interpreta la guitarra acústica acompañado de la percusión y el contrabajo, pero también de violines, violas, sintetizadores..., el resultado es refrescante, original, mediterráneo y exquisito.